translúcido, da.

(Del lat. translucĭdus).

1. adj. Dicho de un cuerpo: Que deja pasar la luz, pero que no deja ver nítidamente los objetos.

RAE


3 de agosto de 2011

Ver a Leonardo (2)


Ya por fin, vi la Dama del Armiño.
Maldigo al rufián que pintó de negro el fondo del cuadro. Minimiza lo etéreo de la visión de Leonardo.
Es un cuadro tenue, inocente.
El armiño, temible carroñero, reposa como un bebe curioso en los brazos de Cecilia.
He de reconocer que no me impactó.
Recordé con añoranza mis anteriores experiencias con Leonardo:
El brutal impacto de la Gioconda, con esa mirada tan vibrante, como si sus ojos fuesen teas candentes que abrasan con mirada irónica, mientras ella reposa con actitud de no haber roto un plato en la vida, camuflada tras la legendaria sonrisa. Me quedé ojiplática contemplándolo, teniendo la sensación de que estaba viva. Algún nuevo tipo de humano que puede vivir dentro del óleo.
O la más reciente, en Florencia, en la Galería de los Uffizi, cuando al descubrir la Anunciación se me arrasaron los ojos con un síndrome de Stendhal de manual, tanta belleza, la riqueza de los detalles, las flores, el paisaje del fondo, la transparencia de las gasas, la expresión de divinidad del ángel...

Maldigo de nuevo al infame "restaurador" de la Dama, que su nombre permanezca eternamente en el olvido. Tengo que investigarlo.

Leonardo pinta siempre en sus cuadros unos paisajes delirantes, recrea un mundo imaginario en el que se alteran las perspectivas, envuelto en bruma, desolador a veces. Los personajes están dotados de una extraña humanidad, como si prometiesen desvelar sus secretos más recónditos. La verdad es que no se muy bien como expresarlo.

Tengo ganas de ir a París de nuevo, al Louvre a ver los demás cuadros que no vi la primera vez: La Virgen de las Rocas, el San Juan, la bella Ferroniere... Tienen más, son los que más tienen. Afortunados. Nosotros no tenemos ninguno. a pesar de tener probablemente la mejor pinacoteca del mundo.
Leonardo pintó muy poco o nos ha llegado muy poco, unos 20 cuadros.
En Noviembre tenemos en el Prado exposición de cuadros del Hermitage, ¿tendremos suerte y traerán sus Leonardos?.


En las fotos Madonna Litta y la Madonna Benois, del Hermitage.

2 de agosto de 2011

Heroicos roedores


Las primeras víctimas del movimiento 15M han sido dos ratas. Magnífica metáfora.
Acabo de leer en el País, que al levantar la acampada de Sol, han aplastado una tienda en la que estaban estos animales, mascotas amaestradas de la dueña de la tienda.
No deja de ser simbólico. Quizá en eso nos hayamos convertido la ciudadanía, en una plaga de ratas un poco molesta a la que hay que mantener contenta con las sobras del despilfarro de los grandes. Está bien que tengamos acceso al agua corriente, a la energía, a la salud y a la educación, todo cada vez más caro, eso si, pero considerando la riqueza que generan los países, inaudita en la historia de la humanidad, son migajas del pastel, sobras. Podríamos vivir, si no hubiera tanto despilfarro, tan mala gestión de los recursos, a pesar de que seamos tantos, un poco de plaga si que somos, si, como seres excelsos dotados de alma inmortal. Pero no.
Entiendo que hayan levantado la acampada en previsión del control de seguridad férreo que habrá que desplegar ante la visita del Papa. Entiendo que hayan aprovechado el primero de agosto, pensando que como este país siempre cierra este mes, nadie se iba a molestar demasiado y ya veríamos que pasaba a la vuelta de las vacaciones.
Una vez más la gente se ha echado a la calle.
Sobre mi cabeza un helicóptero vuela y revuela rompiendo la tranquilidad nocturna. En la tele ponen Matrix.
Veremos que pasa.