translúcido, da.

(Del lat. translucĭdus).

1. adj. Dicho de un cuerpo: Que deja pasar la luz, pero que no deja ver nítidamente los objetos.

RAE


24 de julio de 2010

El mundo de las próximas centurias


Si hay algo que me encanta desde niña es especular a donde se dirige el mundo, conjugando el ritmo de la historia, los acontecimientos actuales y la propia imaginación.
Esto viene de familia. Nuestras madres siempre hablaban en la sobremesa de triquiñuelas históricas disparatadas acontecidas hace 1000 años o fabulaban acerca de lo futurible, eso si, siempre con una visión hiperbórea. Ay, las familias.

Ahora que hay una doble corriente catastrofista alimentada por los de la New Age, el síndrome del 2012, fecha en la que según el calendario maya se acaba el mundo, y otra más evidente, la crisis mundial, que a mi, en vez de asustarme, me tiene encantada, ya que este modelo de vida basada en el consumo, el derroche energético y en la especulación que ha estrangulado a la clase media debe acabar. La crisis fundamentalmente ha mordido a los que han vivido por encima de sus posibilidades, no deja de ser una vuelta a lo real; es interesante cambiar la visión y pensar que esta crisis va a ser para bien, no se trata de que todos vivamos como ricos, sino que vivamos bien, alimentados, educados y sanos. Pero, como tantas crisis, también pasará, y de lo que quiero hablar es del Futuro, si, si, con mayúscula. Política Ficción.

Analicemos donde va el mundo.

Mirando con una visión amplia, la organización político-geográfica se dirige hacia los grandes bloques.
Europa se esta uniendo, es lento y complicado pero los avances son innegables. Un gran paso, a pesar de los fallos del planteamiento, es el EEES, los futuros europeos tendrán una educación común. Desde hace un tiempo alquilo una habitación de mi casa a estudiantes Erasmus y he de decir que la nueva generación que se está fraguando es fantástica, gente con una pureza y un entusiasmo sin par, nada consumistas, cultos y maduros, con los pies en la tierra, sin ningún racismo, ni sexismo, ni ningún prejuicio clasista, auténticos demócratas. Unos muchachos excelentes que cuando dirijan esta Europa única le darán otro aire. Ellos gastan en lo importante, en cultivarse, viajar sin pretensiones, con avidez de saber más. No aspiran a ganar dinero, sino a vivir bien, dedicándose responsablemente a sus profesiones, a sus familias, no quieren ser ricos, ni vivir como ricos. Como han sido estudiantes moviéndose por Europa, tienen amigos en todas partes y consecuentemente, un gran sentimiento de unidad.
Y que decir de los Fulbright, estos estadounideses que vienen a estudiar a Europa. Gente trabajadora, franca, directa, van a por lo que necesitan por el camino más corto, sin dobleces, ni pamplinas. Son exactamente iguales a los europeos, han superado el consumismo de sus mayores y ven el error del sistema especulativo, le darán el empujón definitivo a su país, sin pretender ya volver a ser primera potencia, son conscientes que la educación y la sanidad construyen la sociedad. Tienen un fortísimo sentimiento democrático y hace décadas que cerraron las escuelas de barrer que tan bien describía García Márquez, en "El otoño del patriarca", contribuyendo a que se cerraran también en Europa. Creo que su camino lógico ante los grandes bloques es revivir el sueño de Simón Bolivar y unir el norte y el sur generando una unidad fuerte y rica tanto economicamente como culturalmente. Dicen que puedes viajar a USA sin hablar una palabra de inglés. Como gente práctica que son, esto acabará fraguando. El idioma es vehículo de unidad, en principio era el verbo. Acordaos del castigo divino de la torre de Babel, condenar a los humanos a no entenderse, por querer desafiar a Dios.
Y los Estados Unidos de Europa y América serán amigos, porque nuestro pensamiento en esencia es idéntico. Somos occidentales, realmente me parece un término inadecuado, yo diría que somos helenizantes, ya que todo gira en torno a la primitiva Grecia, cuna de la democracia, la filosofía, el pensamiento científico y todo lo que nos conforma. Cada día me parecen más arcaicas las pretensiones nacionalistas. Más fuera de lugar. Una cosa es la riqueza cultural, pero la unión hace la fuerza y los derroteros que está tomando el mundo son otros.

¿Pero qué pasa con el resto?
Siempre pensé que aún quedaba una gran revolución por hacer, después de la francesa y la rusa, que es la del continente negro, los hombres más fuertes y bellos de la tierra, con la tierra más rica e inmensa, pero lo más utilizados, explotados, masacrados y denostados por el resto. Ahora están pagando su precio de sangre, no han corrido ríos de sangre en Europa para conseguir la democracia...

"Cuando China despierte, el mundo temblará" decía Napoleón Bonaparte.
China ha empujado la crisis con su productividad sin límites reventando los mercados, pero al final tendrán que regularse pues nadie mató jamás a la gallina de los huevos de oro. Lo que realmente siempre me preocupó es el resultado de la política del hijo único para detener la superpoblación de ese gigante. Con esa tendencia de los chinos de valorar solo a los hijos varones, han abortado o abandonado a sus futuras mujeres. En unos años la población será predominantemente masculina, demasiada testosrena. Algo peligroso. Pensé que acabarían por hacer rafias hacia los países vecinos para conseguir mujeres, como los romanos con las sabinas.
Hace unos noches salí con mi primo Jack, otro gran observador especulativo, y estuvimos hablando entre gintonis del futuro, de todo esto y mucho más, como los superconductores, otro día hablaré de ello; me dio un dato fantástico que responde a muchas de mis preguntas. China está invirtiendo millonadas en el África subsahariana en infraestructuras, industrias de avanzadas tecnologías, energías renovables, etc, etc. Mi abuelo siempre pensó que China se expandiría naturalmente a Australia, pero imagino que no contaba con la evolución de los transportes y la tecnología. Si China se expande hacia África, crearán un nuevo gigante económico y una nueva raza formidable. La necesidad hace compañeros de viaje fascinantes. El mundo será increíble. Y al final se disolverán las fronteras raciales y culturales creando un terrícola nuevo. La lástima es que no lo veremos, jo, la inmortalidad a veces me resulta envidiable para ver como avanzará el mundo.

Se que todo me queda cogido con alfileres porque mi ignorancia es supina y hay mil cabos sueltos: la superpoblación, en el año cero eramos 200.000, la progresión ha sido lenta, pero en los últimos 150 años hemos pasado de llegar a los 1000 millones a estar en camino de los 7.000; el fin de los combustibles fósiles, la India, la Commonwealth, el uranio enriquecido, la lista Forbes, los países árabes... Y que el Dalai Lama sigue en el exilio, pero ya lo pensaré otro día, como decía Scalett O'Hara.

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