translúcido, da.

(Del lat. translucĭdus).

1. adj. Dicho de un cuerpo: Que deja pasar la luz, pero que no deja ver nítidamente los objetos.

RAE


21 de julio de 2010

¿Opositar o morir, u opositar y morir?


A lo largo de los años he conocido a varios opositores, las mieles del trabajo fijo, como dice mi madre, el Estado es el mejor patrón, "garbanzo duro pero seguro". Ahora no es así, con la crisis y el deterioro de los salarios un funcionario no es un mileurista, y en los puestos bajos se gana un mínimo de 1300, mientras que en los altos puedes ganar tus casi 2000, algunos más, con 14 pagas, vacaciones y bajas médicas seguras, así como la posibilidad de pedir excedencias para dedicarte a tus cosas, a tu familia y mantener tu puesto de trabajo; además de una buena y segura jubilación. En estos tiempos que corren, la panacea.
El problema es sacar la oposición. La prueba de resistencia y descarte.
No es una prueba ecuánime y justa. Los exámenes son un campo plagado de minas y trampas. Tienes que meterte en la cabeza unos temarios que son una verdadera prueba para el alma inmortal. Y a veces, dependiendo que plaza quieras sacar, burlar las largas listas de interinos. Titánico.
Creo que el tema es que el Estado busca, a través de su extraña forma de selección, domar el carácter de su gente. Al meter en tu cabeza esos temarios tan árduos y sin sentido, con un contenido tan poco edificante para el Saber, una parte del espíritu debe morir. Es una prueba que exige perseverancia, paciencia, dedicación absoluta y resignación cristiana. Como si buscasen amansar la fiera del hombre y templarla para crear un empleado sin ninguna propensión a la rebeldía. Los espíritus libres e inquietos no podrán soportar el trance. El gran Patrón no quiere soñadores, ni revoltosos. Imagino que para mantener la gran maquinaria en marcha, no pueden estar acallando, ni vigilando nidos de insurgentes. Necesitan gente mansa, con mínimas ambiciones personales, preocupada únicamente por lo que ocurre fuera del trabajo. Deseando que llegue el momento de salir, para volver a sus hogares y a sus vidas.
En fin, biodiversidad.
Ahora estoy intentando, he de decir que sin demasiado entusiasmo, sacar una de esas codiciadas plazas. Auxiliar de bibliotecas. Amo los libros y jamás he visto a un bibliotecario estresado. Sería fabuloso sentir que tienes la nevera llena asegurada de por vida, dejar atrás tanta incertidumbre. Pero claro, soy una soñadora y en el fondo adoro el vértigo de la incertidumbre, que cada año sea diferente al anterior. Poner el corazón en lo que hago. Soñar vacas, como el gran Alejandro.

2 comentarios:

administrativo corporaciones locales dijo...

Pese a todo lo cierto que dices considero que opositar en busca de un empleo público es mejor manera de encontrar solución al desempleo y a la crisis económica reinante. Obtener un puesto en la administración pública implica estar en posesión de un trabajo con numerosos beneficios económicos y sociales.

Isis Gayo dijo...

y para siempre, que no es poco